Según datos del CEPA, el sector de la construcción es responsable del 56,29% de los despidos y suspensiones del año, lo que refleja el impacto negativo de la crisis en los trabajadores del rubro. En octubre, la caída interanual fue del 20%, lo que representa la sexta baja consecutiva en 2024.
El informe muestra que el registro de octubre fue prácticamente el mismo que en 2010 y solo superó al de 2012. En los primeros 10 meses de 2024, se comercializaron 7.906.731 toneladas de cemento, frente a las 10.714.784 toneladas despachadas en 2023. El tercer trimestre cerró con un consumo promedio mensual de 905.305 toneladas, por debajo de las 939.128 toneladas de 2020.
La caída en los despachos de cemento está fuertemente asociada a la parálisis de las obras financiadas con fondos públicos a nivel nacional. El consumo de cemento sufrió una disminución interanual del 19,9% y una caída mensual del 1,3%, con un derrumbe acumulado de 26,3%.
Damián Altgelt, director ejecutivo de AFCP, analizó que el sector cementero atraviesa un año complicado, con una caída cercana al 25% respecto a 2023. Sin embargo, confía en que las medidas macroeconómicas permitirán superar este período y recuperar los niveles de actividad previos. En los últimos meses, el consumo de cemento se estabilizó en torno a las 900.000 toneladas, superiores a los niveles deprimidos registrados en la primera mitad del año.
Loma Negra, controlada por InterCement, está evaluando su futuro en Argentina, condicionado por la evolución del sector. Otras compañías como Holcim, Cementos Avellaneda y PCR también están pendientes de la situación.
En Misiones, el secretario general de la UOCRA, Ariel Ledesma, destacó que la preocupación crece debido a la paralización de obras por el atraso en los pagos de certificados. Con 3.600 trabajadores registrados, la situación se complica, ya que el retraso en los pagos podría reducir aún más el número de obreros formales.