En los próximos cinco años, se espera que los celulares incorporen avances como pantallas holográficas que permitan ver imágenes y videos en 3D, cámaras con zoom mejorado y mayor autonomía. Sin embargo, la gran novedad estará en el desarrollo de tatuajes inteligentes que almacenarán y transmitirán datos.
Bill Gates, cofundador y CEO de Microsoft, ha revelado que estos tatuajes, que contienen nanotubos, podrían transformar la forma en que nos comunicamos a través de los 18 mil millones de dispositivos móviles en el mundo. Estos nanotubos serían capaces de recoger, recibir y enviar información, lo que podría incluso extenderse al campo de la medicina, alertando a las personas sobre fiebre, infecciones y otros cambios fisiológicos.
Gates también afirmó que este nuevo avance podría marcar el fin de los teléfonos móviles tal como los conocemos hoy.
El concepto de supersmartphones está en desarrollo, con Neuralink de Elon Musk trabajando en interfaces mente-máquina que podrían llegar al mercado antes de lo esperado. Estas innovaciones se vinculan con los bots de IA como Bixby y el Asistente de Google, que modificarán la forma en que interactuamos con nuestros dispositivos.
La tecnología de teléfonos móviles también está avanzando en el diseño físico, con pantallas plegables y pantallas estirables que podrían transformarse de teléfonos a tablets. Samsung ya ha mostrado prototipos de pantallas que se estiran hasta 12 mm sin romperse.
En cuanto a las cámaras, los teléfonos modernos suelen tener tres cámaras traseras para adaptarse a diversas situaciones. Además, los megapíxeles continúan mejorando año tras año, como lo demuestran marcas como Xiaomi y Samsung, que constantemente superan las expectativas con cada nuevo lanzamiento.
Los smartphones han evolucionado rápidamente en los últimos 20 años, pero el progreso se ha vuelto más gradual. Si bien los avances en hardware y software continúan, las actualizaciones ya no representan cambios radicales, sino mejoras incrementales en cámaras, pantallas y funciones del sistema operativo.
En Argentina, el uso de smartphones es alto, con el país figurando entre los cinco primeros en cuanto a usuarios de teléfonos móviles. Sin embargo, el ciclo de renovación de dispositivos ha aumentado. En 2018, los argentinos cambiaban de teléfono cada 28 meses, pero ahora ese ciclo se ha extendido a 42 meses, lo que refleja una ralentización en las renovaciones debido a la madurez de la tecnología.
A nivel mundial, las ventas de smartphones han experimentado una disminución en los últimos años. En 2023, se enviaron 1.100 millones de smartphones, un 4% menos que en 2022. Esto refleja un cambio en los hábitos de consumo, con los usuarios manteniendo sus dispositivos por más tiempo debido a la madurez del hardware y el sistema operativo.
En resumen, los smartphones del futuro estarán marcados por avances tecnológicos sorprendentes, desde tatuajes inteligentes hasta interfaces mente-máquina, mientras que la renovación de dispositivos se está volviendo cada vez más espaciada.
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