La noche, que prometía ser un regreso lleno de nostalgia, se transformó en una fiesta de emociones, donde el público, más que la música, fue el verdadero protagonista. "Soy piojoso hasta que me muera", resonaba entre los cánticos de los fanáticos, demostrando que la banda nunca dejó de ser parte de sus vidas.
El regreso de Los Piojos marcó el inicio de una gira que ya incluye siete estadios y dos festivales: Cosquín Rock y Quilmes Rock. El show, de dos horas y media, arrancó con la misma energía de sus primeros conciertos, comenzando con "Te Diría" y un público entregado que cantaba al unísono. La banda, liderada por Andrés Ciro Martínez, se acompañó de músicos históricos como Daniel "Piti" Fernández y Daniel Buira, aunque faltaron dos pilares fundamentales: Tavo Kupinski y Micky Rodríguez, quienes fueron recordados en homenajes especiales.
La noche también incluyó tributos a figuras queridas, como Diego Maradona, con la interpretación de "Maradó", y a Tavo Kupinski, quien falleció en 2011, durante una emotiva versión de "Sudestada". Aunque la ausencia de Micky fue notable, su presencia se sintió en los recuerdos y videos que repasaron la historia de la banda.
A lo largo del show, Los Piojos ofrecieron un setlist repleto de hits, como "Desde lejos no se ve", "Babilonia" y "Ay ay ay", mientras el público se dejaba llevar por la nostalgia. En un momento especialmente emotivo, Alejandro Dell'Osa, un conocido piojoso, recordó los viejos rituales y dio la bienvenida a las nuevas generaciones que, por primera vez, vivirían la magia de un concierto de Los Piojos.
El show culminó con un cierre épico, en el que la banda tocó "Cruel" y el Himno Nacional Argentino, dejando una sensación de reencuentro y celebración. Los Piojos volvieron a su gente, y la espera, por fin, valió la pena.