

La alerta llegó a través de la línea directa de NdeN, donde se denunció que el club, pese a solicitar permiso para talar solo dos ejemplares de Pinus pinea, habría eliminado un total de 41 árboles, de los cuales 22 fueron talados recientemente y 19 presentan cortes de tiempo atrás. Además, se constató la poda de dos acacias negras sin autorización.
Las autoridades actuaron rápidamente:
El incidente despertó indignación en la comunidad local, que exige medidas concretas para reparar el daño ambiental. La reforestación de la zona afectada se posiciona como una prioridad, aunque el impacto sobre las especies históricas ya es irreversible.
Además, el club, reconocido por su trayectoria deportiva, enfrenta críticas por conflictos recurrentes relacionados con el uso del espacio público y su impacto en el pulmón verde de la ciudad.
Este caso reaviva el debate sobre la protección de los espacios naturales en Necochea, considerados un patrimonio común. La conservación responsable debe ser el eje de cualquier actividad en estos lugares, garantizando el cumplimiento de las normativas ambientales para evitar nuevos incidentes.