Actualidad | 22 nov 2024
Violencia de Género | Sociedad | Policiales
Débora, la mujer apuñalada 28 veces por su ex pareja, habló por primera vez: "Me quiso matar como un animal"
Débora, quien sufrió un brutal ataque por parte de su ex pareja, Sergio Sarria, en una pizzería del barrio porteño de Núñez, brindó su primer testimonio tras el hecho.
La mujer, que recibió 28 puñaladas, relató los momentos de terror que vivió y agradeció a quienes la ayudaron a sobrevivir.
Actualmente, Débora se recupera en su hogar tras ser dada de alta, mientras que el agresor permanece detenido e internado tras un intento de suicidio posterior al ataque.
El relato del ataque
En un audio enviado a los medios, Débora explicó cómo Sarria irrumpió en su lugar de trabajo:
"Entró por la fuerza, atacó a mi compañero y luego me atacó a mí con una navaja o un cuchillo que él trajo, y después con el cuchillo con el que yo trabajo en la pizzería", detalló.
La víctima afirmó que el arma utilizada por Sarria no estaba lo suficientemente afilada, lo que probablemente le salvó la vida: "Es un cuchillo de carnicero con el que corto las pizzas. Tengo una apuñalada en la órbita del ojo derecho, que está muy complicado, además de otros golpes y cortes en el cuerpo".
Débora también destacó la intervención de su compañero de trabajo y un vecino, quienes evitaron que el atacante lograra su objetivo: "Milagrosamente no logró matarme gracias a que ellos lo golpearon y trataron de quitármelo de encima".
Un pasado de violencia
La víctima contó que tuvo una relación de 23 años con Sarria, con quien tuvo una hija, y que la convivencia estuvo marcada por la violencia:
"Siempre hubo violencia, bastante, pero nunca me animé a denunciar. Pensaba más en el daño que le podía causar a él que en mí misma."
Secuelas físicas y emocionales
Débora continúa recuperándose de heridas graves, entre las que se destacan una en el codo, múltiples cortes en el cuello, brazos, piernas y espalda, y complicaciones en su ojo derecho.
En su testimonio, dejó en claro el terror que vivió: "Me quiso matar como un animal. Mientras me atacaba no decía nada, solo me pegaba y me pinchaba por todos lados. Fue aterrador".
El caso pone nuevamente en foco la problemática de la violencia de género y la necesidad de denunciar y buscar apoyo en situaciones de riesgo.