Esta iniciativa busca revertir un déficit histórico de entre 12.000 y 17.000 árboles en la vía pública, problema que afecta tanto a la estética como al medio ambiente de la ciudad.

Detalles del acuerdo

El convenio, con una duración inicial de dos años y opción de renovación, se centra en:

• Mejorar el cuidado del arbolado urbano y los espacios verdes, incluyendo el emblemático Parque Miguel Lillo.
• Fomentar la investigación y formación profesional en agronomía forestal, con participación de estudiantes de la Facultad de Agronomía de Balcarce.
• Realizar trabajos de poda, reforestación y relevamiento en áreas como el Parque Lillo y barrios como Villa del Deportista.
• Diseñar un plan director de manejo forestal para Necochea y Quequén.

El convenio será evaluado por el área de legales del municipio, aprobado por el Concejo Deliberante y firmado posteriormente.

Trabajos actuales y próximos pasos

Mientras se concreta el acuerdo, el municipio continúa con:

• Reforestación en el Parque Lillo, especialmente en sectores como Pinolandia.
• Entrega de especies a vecinos a través del Vivero Municipal, promoviendo la plantación en veredas.
• Análisis de nuevas forestaciones en áreas específicas del parque con asesoramiento técnico del ingeniero José Garcés.

Además, se realizará un relevamiento para identificar árboles faltantes y notificar a los vecinos para su reposición.

Escasez de árboles y antecedentes

El déficit de arbolado en Necochea es un problema de larga data. Proyectos como “Un niño, un árbol” intentaron abordar esta situación, pero iniciativas como estas fueron interrumpidas, por ejemplo, durante la pandemia.

Este nuevo convenio apunta a garantizar una planificación a largo plazo que contemple el impacto ambiental, estético y social del arbolado urbano, buscando una ciudad más verde y equilibrada.