

Con un promedio de 47,2 kilos por habitante al año, el consumo de carne vacuna en Argentina alcanzó un mínimo histórico, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA).
La combinación de inflación elevada y pérdida de poder adquisitivo ha modificado los hábitos alimenticios de los argentinos, quienes optan cada vez más por pollo y cerdo, productos que han mostrado incrementos en su consumo. Entre enero y octubre de 2024:
A pesar de la relativa estabilidad en los precios de los cortes vacunos durante octubre, con un aumento promedio del 0,4%, la demanda interna sigue en caída. Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, advirtió que no se espera una recuperación significativa del mercado interno hasta febrero o marzo de 2025.
Mientras el consumo local retrocede, las exportaciones de carne vacuna continúan en ascenso. Entre enero y octubre de 2024:
El precio promedio por tonelada exportada mostró una recuperación en septiembre, con un aumento del 8,4% respecto a agosto, aunque en el acumulado del año sigue 7,6% por debajo de 2023 debido a la caída de precios en el mercado chino.
El sector enfrenta un panorama mixto: