En una noche cargada de emoción y nostalgia, Fito Páez emocionó a sus fans durante la primera de las cuatro noches de su esperada gira "Páez 4030", un tour que conmemora los 40 años de su debut con "Del 63" y los 30 años de su emblemático "Circo Beat".

El show comenzó puntual a las 21:20, cuando las luces se apagaron y la banda, vestida de blanco, salió al escenario. Fito, con un traje brillante al estilo pop-rock, hizo su aparición segundos después, marcando el tono disruptivo de la noche. La particularidad del concierto fue que, de manera conceptual, el artista decidió mantener el orden original de los discos, comenzando con las canciones de "Del 63", el álbum con el que arrancó su carrera musical.

A lo largo de la noche, Fito se propuso invitar al público a volver a los álbumes completos, una respuesta a la era de los "singles" y la inmediatez. "40/30" se convierte en un llamado a escuchar los discos de principio a fin, reflexionar sobre la obra del artista y comprender el significado detrás de cada canción. Durante el show, Fito expresó: "Estoy muy emocionado y eso no le hace bien a la música, voy a hacer lo mejor que pueda hasta llegar al final, y ojalá que eso nos abrace a todos", una afirmación que no solo describió su sentir, sino que conectó profundamente con la audiencia, que cantó, bailó y se emocionó con cada tema.

La banda que acompañó a Fito en el escenario, formada por Diego Olivero, Gastón Baremberg, Juan Absatz, Juani Agüero, Vandera y Emme, le dio un toque especial a cada uno de los temas, mientras que los vientos de Sudestada Horns (con Ervin Stutz, Alejo von der Pahlen y Santiago Benítez) aportaron su impronta y enriquecieron la sonoridad del show.

La puesta en escena fue otro de los grandes atractivos de la noche. La combinación de luces retro y las pantallas en blanco y negro transportaron al público al momento en que Fito compuso las 22 canciones de "Del 63" y "Circo Beat". Visuales como el cordón de montañas en "Dejarlas partir", el escudo nacional en "Cuervos en casa" y un Mickey Mouse en "Si Disney despertase" le dieron un toque único a cada tema. La dirección artística estuvo a cargo de Sergio Lacroix, quien también diseñó la formación de los músicos, con una estética de punta en blanco y peinados de gomina.

Tras recorrer los discos completos, con himnos como "Tres agujas", "Circo Beat", "Mariposa Tecknicolor", "El jardín donde vuelan los mares" y "Tema de Piluso", Fito se retiró del escenario. Sin embargo, para sorpresa de todos, regresó para interpretar un clásico adicional, fuera de los dos discos homenajeados, y cerró con "Ciudad de pobres corazones", dejando a su público completamente emocionado y satisfecho.