

La decisión fue anunciada luego de una reunión con el Ministerio de Trabajo y la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor, en medio de un paro general de transporte que afecta a trenes, subtes, aviones, barcos y el traslado de mercaderías.
Según fuentes cercanas a los conductores, las empresas aceptaron un incremento salarial: el sueldo básico de los choferes pasará de $1.060.000 a $1.200.000 a partir de enero, representando un aumento de casi el 25%, aunque menor al porcentaje inicial reclamado.
Mientras tanto, los sindicalistas del transporte que sí participaron en el paro realizaron un balance de la medida y advirtieron que este fue solo el “primer paso”. En una conferencia de prensa en San Telmo, dirigentes como Pablo Moyano (Camioneros), Pablo Biró (Pilotos), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), entre otros, aseguraron que el reclamo continuará.
El metrodelegado Néstor Segovia calificó el paro como un “éxito”, aunque criticó a la UTA por no haberse sumado. “La UTA debería explicar por qué elige parar mañana y no hoy, cuando reclaman por los mismos motivos que nosotros”, sostuvo.