

Esto impide que las células cerebrales reciban el oxígeno y los nutrientes que necesitan, lo que puede resultar en su muerte en cuestión de minutos. Las consecuencias pueden ser devastadoras, incluyendo daño cerebral severo, discapacidad permanente e incluso la muerte.
El Dr. Marcelo Cáncer, cardiólogo de OSPEDYC, enfatiza que "un accidente cerebrovascular es una emergencia médica que requiere atención inmediata". La educación sobre los síntomas, factores de riesgo e intervención rápida es fundamental para mejorar los resultados y reducir la morbilidad asociada. La prevención, a través del manejo de factores de riesgo, es esencial para disminuir la incidencia de ACV.
Entre los principales factores de riesgo se incluyen:
Los accidentes cerebrovasculares pueden ser causados por:
Isquemia cerebral: Ocurre por la obstrucción de una arteria que suministra sangre al cerebro, impidiendo que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Este tipo representa el 85% de los ACV.
Hemorragia cerebral: Se produce cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando un derrame que aumenta la presión en las neuronas y las daña.
Los síntomas incluyen:
Si se presentan estos síntomas, es vital llamar a un servicio de emergencia de inmediato, ya que "cada minuto cuenta" en la atención de un ACV.
Los tratamientos varían según el tipo de ACV:
ACV Isquémico: Se busca recuperar el flujo sanguíneo en la arteria afectada, utilizando terapia trombolítica con medicamentos para disolver coágulos. La eficacia de este tratamiento es mayor cuando se aplica en las primeras horas después de la aparición de síntomas. En algunos casos, se puede realizar una angioplastia.
ACV Hemorrágico: Se enfoca en controlar la presión arterial y puede requerir cirugía para reparar vasos sanguíneos dañados o drenar el sangrado.
Las complicaciones pueden incluir: