Tendencias | 23 oct 2024
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Descubrimiento Fósil en Río Negro
Un grupo de paleontólogos ha realizado un importante hallazgo al descubrir restos fósiles de un dinosaurio que habitó el noroeste de la provincia de Río Negro hace millones de años.
Este dinosaurio es conocido como Taurovenator violantei, un espécimen de once metros de largo y cinco toneladas de peso que vivió hace aproximadamente 90 millones de años.
Un Rival del Tyrannosaurus Rex
El Taurovenator violantei era un temible carnívoro del grupo de los carcarodontosaurios y rival del famoso Tyrannosaurus Rex. Este descubrimiento ofrece información novedosa sobre la anatomía y los hábitos de vida de este grupo de dinosaurios.
Colaboración Internacional en la Expedición
El hallazgo se logró gracias al trabajo conjunto del equipo de paleontólogos del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de Vertebrados (LACEV) y de la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara", ambos pertenecientes al CONICET, en colaboración con paleontólogos del National Museum of Nature & Science de Japón. La expedición recibió apoyo financiero de la National Geographic Society y el acompañamiento de la Secretaría de Cultura de Río Negro.
Ubicación del Hallazgo
Los restos fueron ubicados en la Reserva Natural Pueblo Blanco de Río Negro, situada a unos 25 kilómetros al sur de El Chocón. Durante las campañas de 2018, 2019 y 2023, se encontraron varios restos, incluyendo un hueso del cráneo, un esqueleto que incluye el sector posterior del cráneo, varias vértebras del cuello y del lomo, brazos casi completos, algunos huesos de las patas traseras y elementos de la caja torácica.
Significado del Nombre y Características Únicas
El nombre Taurovenator significa "toro cazador", derivado de Tauro (del griego "toro") y venator (del latín "cazador"). Este nombre se debe a que Taurovenator era un carnívoro temido que portaba un par de cuernos sobre los ojos. La especie violantei honra a la familia Violante.
Los restos encontrados permiten reconstruir el aspecto del cuello de los carcarodontosaurios, revelando por primera vez detalles únicos de las vértebras. Según Rolando Aranciaga, becario doctoral de CONICET y líder de la investigación: “Las vértebras del cuello de los dinosaurios se articulan mediante zonas de unión llamadas zigapófisis. Taurovenator, en cambio, presenta conexiones extras entre las vértebras, lo que confiere una rigidez mayor al cuello, un rasgo distintivo de estos dinosaurios carnívoros”.
Publicación del Estudio en Revistas Científicas
El estudio fue publicado en la revista alemana The Science of Nature y ofrece una hipótesis sobre el significado adaptativo de este peculiar cuello. Según Federico Agnolín, integrante del LACEV y de la Fundación Azara: “Taurovenator, al igual que otros carcarodontosaurios, poseía un cráneo enorme y robusto de 1,3 metros de largo, por lo que este refuerzo en las articulaciones podría estar relacionado con soportar el peso durante el andar o la caza”.
Agnolín añadió: “Estos cambios en el cuello podrían estar correlacionados con modificaciones en la distribución y forma de los músculos, optimizando la capacidad para sostener un cráneo de semejante tamaño”.