

El licenciado en Gestión Ambiental, Víctor Fratto, explicó que esta problemática es especialmente crítica, ya que la única colonia continental de elefantes marinos del mundo se encuentra en Península Valdés, Chubut. La aparición de estos animales en ambientes distintos al habitual, como las concurridas playas de Buenos Aires, aumenta su vulnerabilidad.
Fratto detalló que el amamantar a los cachorros implica un gran desgaste energético para las hembras, que pierden hasta 9 kilos por día al no alimentarse mientras cuidan a sus crías. El período de lactancia dura entre 23 y 25 días, tras lo cual las hembras se sumergen en el agua para recuperar energías.
Un gran peligro es la interacción humana y de mascotas. Si la madre se asusta mientras amamanta y entra al agua antes de tiempo, el cachorro queda abandonado y puede morir. Además, si el animal joven es molestado durante su primer contacto con el mar, también está condenado a morir al no estar preparado para sobrevivir por su cuenta.
La situación es aún más delicada considerando que el 97% de los cachorros nacidos en Chubut en 2023 murieron por gripe aviar, lo que coloca a esta especie en un estado crítico de conservación.
Es fundamental que la población colabore para proteger a estos animales y garantizar que puedan completar su ciclo vital sin interferencias. A continuación, las recomendaciones clave:
Ante cualquier duda o situación que involucre a un elefante marino en la costa, contactarse con la Fundación Ecológica Pinamar al +54 9 2254 586960.