Novak Djokovic volvió a hablar tras el escándalo en el Australian Open, un mes después de que el Gobierno de Australia lo deportara por no estar vacunado contra el Covid-19.

En declaraciones a la BBC, el tenista ratificó su postura con respecto a las vacunas y dijo que entiende "las consecuencias" de su decisión, que podría excluirlo de los otros dos grandes torneos de la temporada, como Roland Garros o Wimbledon.

"Podría renunciar a torneos que me obliguen a cambiar mi postura sobre la vacuna, es el precio que estoy dispuesto a pagar", afirmó el N° 1 del mundo.

Nole aclaró que "nunca" ha estado en contra de la vacunación y contó incluso que recibió "varias vacunas" de niño. "Pero siempre -indicó- he defendido la libertad de decidir sobre qué te metes en tu cuerpo". Pese a su a su -de momento- inflexible posición, el tenista dijo que "mantiene la mente abierta" con respecto a inocularse en el futuro "porque todos estamos tratando de encontrar la mejor solución para acabar con el COVID”. Y reiteró: “Nunca he estado en contra de la vacunación”.

Sus días en Australia antes de la deportación

El serbio pasó varios días bajo arresto antes de que el país cancelara su visa. “Estaba triste y decepcionado por cómo acabó todo en Melbourne, no fue fácil”, dijo. Y aclaró que los errores en su declaración de arribo al país oceánico "no fueron cometidos a propósito".

“Lo que la gente no sabe es que no fui deportado por no estar vacunado o por romper las reglas, todo eso fue aprobado por el Ministerio de Inmigración y un juzgado. La razón por la que fui deportado es porque el Ministerio de Inmigración canceló mi visado basándose en que podría crear un sentimiento antivacunas en el país o en la ciudad, con lo que no estoy de acuerdo para nada”, explicó.