Desde primera hora de la mañana, los trabajadores se concentraron frente a la sede del INTI para expresar su descontento con la decisión del Gobierno de convertir el instituto en una oficina técnica dependiente del Ministerio de Economía.

Durante la jornada, un fuerte operativo policial se desplegó en la zona, aplicando el protocolo antipiquetes. Los agentes impidieron el avance de los manifestantes y, según denunciaron los trabajadores, bloquearon el ingreso y egreso de personal al edificio. Esto derivó en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. La desconcentración de la protesta comenzó después del mediodía.

Giselle Santana, delegada gremial de ATE, afirmó la intención del sindicato de interrumpir el tránsito a pesar del gran despliegue policial. Por su parte, Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, advirtió que la medida del Gobierno es "el golpe final, un tiro de gracia a la industria y la producción del país", al eliminar el principal aliado del entramado productivo.

Los gremios alertan que la reestructuración del INTI podría poner en riesgo aproximadamente 700 puestos de trabajo. Desde el Gobierno, en tanto, justificaron la medida señalando que un 30% de los empleados cumple funciones "prescindibles" relacionadas con tareas administrativas.

Esta protesta se enmarca en un contexto de posibles eliminaciones y transformaciones de al menos ocho organismos del área productiva, según trascendió desde el Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger.