Los goles del equipo de Pep Guardiola fueron obra del mediocampista alemán Ilkay Gündogan, quien marcó en dos oportunidades. Los restantes tantos fueron anotados por el argentino Claudio Echeverri, los noruegos Erling Haaland y Oscar Bobb, y el francés Rayan Cherki.

Con este resultado, el Manchester City y la Juventus de Italia, que también había ganado su primer partido, se aseguraron un lugar en los octavos de final. Ambos equipos se enfrentarán el próximo jueves a las 16:00 (hora argentina) en el Camping World Stadium de Orlando para definir al líder del Grupo G.

Por su parte, el Al-Ain quedó eliminado del torneo y cerrará su participación el mismo jueves a las 16:00 (hora argentina) ante el Wydad de Marruecos en el Audi Field de Washington.

El Desarrollo Del Festival De Goles

El dominio del Manchester City fue evidente desde el inicio. A los 8 minutos, Ilkay Gündogan abrió el marcador con un gol poco convencional: tras un tiro de esquina, el balón le quedó en el área y su intento de centro al segundo palo tomó una parábola que se coló en el arco.

A los 27 minutos, el joven argentino Claudio Echeverri se hizo cargo de un tiro libre cerca del área y, con un preciso remate por encima de la barrera, clavó el balón en el ángulo, dejando sin chances al arquero Khalid Eisa. El festival de goles continuó a los 48 minutos, cuando una falta en el área sobre Manuel Akanji derivó en un penal que Erling Haaland transformó en el 3-0 con un remate cruzado.

Ya en el complemento, a los 27 minutos, Gündogan volvió a aparecer. Tras un recorte y un pase filtrado de Bernardo Silva, el alemán quedó mano a mano con el arquero y definió sutilmente para poner el cuarto tanto en su cuenta personal. A los 40 minutos, el noruego Oscar Bobb recibió el balón en el área, recortó a su marca y sacó un potente remate al primer palo que fue inalcanzable.

El broche de oro llegó sobre el final del partido, cuando una salida en falso del Al-Ain permitió a Rayan Cherki recuperar el balón en el borde del área y sacar un zapatazo cruzado que se clavó en la esquina del arco de Eisa, sellando la goleada.