

En la adaptación televisiva de El Eternauta, una de las obras más emblemáticas de la cultura argentina, las islas Malvinas son mencionadas en la narrativa. Al momento de realizar la traducción para los públicos de habla inglesa, Daiana Estefanía Díaz, quien se desempeñó como encargada de los subtítulos en inglés y como asesora cultural para casi treinta idiomas, tomó una decisión firme y significativa.
Díaz optó por mantener la denominación “Malvinas Islands” en los subtítulos en inglés, en lugar de utilizar la versión británica “Falklands”. Además, recomendó esta elección para todas las lenguas en las que se subtituló la serie, una sugerencia que fue adoptada para todos los públicos.
La traductora explicó su decisión en un mensaje publicado en su cuenta de LinkedIn. Aseguró que era "la única opción viable" y que "no tuvo la menor duda". Su elección, remarcó, no respondió a una regla técnica, sino a una profunda convicción sobre la identidad y la memoria argentina.
“No solo porque jamás se me ocurriría usar en ese contexto y en una producción argentina un nombre que no sea Malvinas, sino además porque sé que ningún argentino, sea real o ficcional, las llamaría de otro modo”, expresó Díaz, haciendo hincapié en que la denominación “Malvinas” resuena en la memoria colectiva argentina.
La relevancia de esta elección se acentúa por el hecho de que el personaje central de la serie, Juan Salvo, es presentado como excombatiente de la guerra de 1982. Esta conexión directa con la historia y el conflicto ancla la narrativa en una memoria compartida, haciendo que la denominación de las islas trascienda lo geográfico y se vuelva parte esencial de la identidad de los protagonistas y de la obra misma. Para Díaz, cualquier intento de "neutralizar" la traducción hubiese borrado una dimensión fundamental de la historia que se cuenta.
Daiana Estefanía Díaz, quien también actuó como una suerte de "enciclopedia argenta" para los traductores de otros idiomas, afirmó: “sugerí que en los subtítulos de todos los idiomas se usara el nombre Malvinas, independientemente de si en esos países llaman así a nuestras islas o no”.
Como conclusión de su postura, Díaz sostuvo que “No se trata de caprichos personales ni de intransigencias, sino de buscar transmitir de manera fiel, auténtica y profesional la esencia y la idiosincrasia de estos personajes en el contexto de la obra y nuestro país más allá de las fronteras idiomáticas”. Una decisión que se presenta como un gesto claro de memoria, identidad y pertenencia en una producción de alcance global.