

El "Ice Bucket Challenge", aquel fenómeno viral que hace una década inundó las redes sociales con videos de personas arrojándose baldes de agua helada, está experimentando una nueva ola de popularidad. Pero esta vez, el desafío tiene un propósito distinto y crucial.
Originalmente, el "Ice Bucket Challenge" surgió para recaudar fondos y generar conciencia sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), logrando una masiva adhesión global y un impacto significativo para la investigación de esa enfermedad.
Ahora, el desafío viral regresa a las plataformas digitales con un enfoque centrado en la salud mental. La iniciativa busca aprovechar el poder de replicación de las redes para visibilizar la importancia de este aspecto del bienestar, romper estigmas, fomentar la conversación y, potencialmente, apoyar a organizaciones dedicadas a la salud mental.