

Se estima que cerca de 15 millones se verán afectados por la medida, que cambia radicalmente los requisitos para acceder a la ciudadanía por descendencia.
Hasta ahora, la ley permitía que descendientes de italianos de tercera o cuarta generación solicitaran la nacionalidad basándose en el principio de ius sanguinis. Con la reforma, solo podrán iniciar el trámite de forma directa aquellos que sean descendientes de primera o segunda generación.
Esta modificación impacta a muchos argentinos, ya que, durante el período de la Primera y Segunda Guerra Mundial, Argentina se convirtió en el principal receptor de inmigrantes italianos. Actualmente, el país cuenta con la mayor cantidad de descendientes de italianos en el mundo.
Trámites:
Los procesos para obtener la ciudadanía italiana ya no se realizarán en los consulados en el exterior, sino directamente a través de la Farnesina (Cancillería italiana).
Estadísticas Recientes:
En 2023, alrededor de 20.000 descendientes argentinos obtuvieron la nacionalidad en virtud del derecho de sangre, cifra que creció a 30.000 en 2024.
Esta nueva medida transforma el panorama para quienes, hasta ahora, podían solicitar la ciudadanía demostrando tener un ancestro italiano vivo después del 17 de marzo de 1861.