

La franquicia, que se perfilaba como uno de los serios aspirantes al anillo en la NBA —especialmente tras la incorporación de nuevos talentos— vio cómo la lesión del astro complicó un momento clave. Durante el último período, en el que los Lakers habían remontado un déficit (iniciaron el cuarto perdiendo 87-67 y lograron un parcial de 18-7), LeBron aportó seis puntos y dos asistencias antes de verse obligado a retirarse por un tirón en la zona izquierda de la ingle.
Según un informe de Dave McMenamin de ESPN, la recuperación de James podría extenderse por varias semanas, lo que representa un golpe significativo para el equipo en vísperas del cierre de la temporada regular y los inminentes playoffs de la Conferencia Oeste. Su salida fue rápida, siendo reemplazado en la cancha por Jarred Vanderbilt, mientras la preocupación se palpaba en el vestuario de LA.
Esta situación pone en jaque las aspiraciones de los Lakers, que dependían en gran medida del rendimiento de su líder. La incertidumbre sobre el tiempo de ausencia de LeBron abre un panorama de desafíos para el equipo, tanto en lo deportivo como en la estrategia para mantener su competitividad en la postemporada.