

"En una guerra comercial, cuando un país sube los aranceles, el otro responde con represalias y la situación se intensifica", explicó el economista Lorenzo Sigaut Gravina en diálogo con Noticias Argentinas.
Trump ya protagonizó una guerra comercial con China en su primer mandato, que duró casi dos años. Ahora, su estrategia apunta a imponer altos aranceles a Canadá y México para forzarlos a negociar y obtener concesiones.
El expresidente subió los impuestos a las importaciones de China en un 10%, medida que fue respondida con represalias por parte del gigante asiático. Con Canadá y México, elevó los aranceles al 25%, los suspendió brevemente para negociar, pero finalmente los volvió a aplicar.
Además, Trump advirtió que podría extender esta política a otros países, aplicando un sistema recíproco: "Si me pones un 10% de arancel, yo te pongo un 10%".
El impacto de esta estrategia genera incertidumbre a nivel global, ya que el conflicto podría afectar el comercio internacional y alterar los mercados en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes.