

A pesar de la buena noticia, las autoridades remarcaron que los brigadistas continúan trabajando en la zona para evitar una posible reactivación.
"Esto marca el éxito de los trabajos realizados por más de 30 días por brigadistas del SPLIF, bomberos voluntarios y centenares de personas comprometidas con el operativo", destacaron desde el gobierno provincial.
Por su parte, el gobernador Alberto Weretilneck expresó en redes sociales: "Hemos perdido mucho, pero también hemos salvado mucho".
Los incendios, iniciados a fines de enero, devastaron alrededor de 3.900 hectáreas y destruyeron más de 200 viviendas, dejando un impacto significativo en la comunidad.
Más de 400 personas, con el apoyo de medios aéreos y unas 50 unidades móviles, entre autobombas, camiones cisterna y equipos de ataque rápido, trabajaron intensamente para controlar las llamas.
El fuego no solo afectó a Río Negro, sino también a Chubut y Neuquén, donde los operativos continúan para frenar su avance.