El INDEC también reportó un fuerte descenso del 13,7% en las noches que los turistas permanecieron en el país, comparado con agosto de 2023. Esta disminución afectó tanto a los viajeros residentes (15%) como a los no residentes (9%).
Los viajeros residentes optaron principalmente por Hoteles 3 estrellas, aparts y boutiques (32,8%) y Hoteles 4 y 5 estrellas (26,4%), mientras que los no residentes prefirieron Hoteles 4 y 5 estrellas (58,2%).
Dos consultoras advirtieron que, debido a la paridad del dólar y los escasos incentivos para vacacionar en el país, el sector turístico enfrentará un déficit de US$ 2.700 millones y un "futuro incierto" para hoteles y empresarios locales.
La Fundación Mediterránea destacó que durante el primer semestre del año, el turismo emisivo demandó US$ 3.900 millones, resultando en un saldo negativo de US$ 1.400 millones en la balanza de turismo.
Según estimaciones preliminares, se prevé que la demanda de dólares por turismo emisivo podría alcanzar los US$ 7.500 millones, con una salida neta de US$ 2.700 millones (ingresos de turismo receptivo estimados en US$ 4.800 millones).
Las búsquedas relacionadas con turismo emisivo crecieron 54% interanual en septiembre, mientras que las de turismo interno cayeron 15%, reflejando un renovado interés por opciones turísticas fuera del país.
La Fundación Encuentro señaló que el crecimiento del turismo emisivo en comparación con el receptivo genera un déficit en la balanza comercial del sector, anticipando una temporada de verano crítica. Según su análisis, "hacer turismo en nuestro país es caro", y la industria ha enfrentado ocho meses de caída constante, acumulando un déficit de US$ 3.347 millones entre enero y agosto.
La fundación advirtió que "sin incentivos al consumo turístico, sin regulación de precios y alivio de tarifas, el futuro de la industria turística no es incierto, es devastador" para la economía del país.