La madrugada de este miércoles en Río de Janeiro se convirtió en una escena de terror y desesperación, luego de que residentes del Complexo da Penha trasladaran más de 50 cuerpos a la plaza São Lucas de la comunidad. Los cadáveres fueron hallados en la zona boscosa que conecta los complejos de Alemão y Penha, escenario de la operación policial catalogada como la más letal en la historia del estado.
A primera hora de la mañana, Defensa Civil acudió a la plaza para retirar los cuerpos. La escena fue presenciada por la abogada Flávia Fróes, quien calificó la acción como "la mayor masacre de la historia de Río de Janeiro" y detalló el estado de los cadáveres:
"Varios cadáveres presentaban marcas de disparos en la nuca, puñaladas en la espalda y heridas en las piernas."
La exposición de los cuerpos en la plaza fue solicitada por los propios familiares para visibilizar en qué condiciones fueron hallados, según informó el activista Raull Santiago. Algunos testimonios de los presentes fueron estremecedores:
Una madre que encontró a su hijo de 20 años en la zona boscosa dijo haberlo hallado con la muñeca atada.
Uno de los cuerpos trasladados a la plaza no tenía cabeza, la cual fue transportada en una bolsa.
En medio de la conmoción, habitantes intentaban identificar a sus familiares entre los cuerpos alineados, mientras una mujer gritaba: "Policía asesina, ¿dónde está mi hijo?".
El activista Raull Santiago señaló que los cuerpos localizados en la madrugada no figuran en el balance oficial de muertes, y el gobierno estatal aún no ha emitido un comunicado sobre esta situación.
Organizaciones y defensores de derechos humanos han solicitado formalmente a la Comisión Interamericana de DDHH la presencia de interventores y peritos internacionales en Río para investigar lo sucedido.
La tensión generada por el operativo y la masacre provocaron que las calles de Río de Janeiro lucieran inusualmente desiertas durante la noche, incluso en zonas conocidas por su vida nocturna.
Zonas Afectadas: Barres y restaurantes en Praça Varnhagen (Tijuca), apodada "Buxixo", cerraron sus puertas. El Boulevard 28 de Setembro en Vila Isabel y el Largo do Machado mostraron una ausencia total de movimiento.
Restricción de Movilidad: La autoestrada Grajaú-Jacarepaguá, un vínculo crucial que recorre comunidades bajo control del Comando Vermelho, estuvo cerrada hasta las 3:30 de la madrugada, reflejando el impacto directo del operativo en la vida cotidiana de la ciudad.

Residentes y comerciantes compararon la atmósfera de la ciudad con la de las primeras semanas de la pandemia de Covid-19, debido a la movilidad restringida y la decisión de la gente de quedarse en casa por temor.