Los vuelos se realizaron en aviones que eran propiedad de la firma MED Aviación SA. Ante el avance de la investigación, Espert se vio obligado a reconocer el uso de las aeronaves, aunque se desvinculó de cualquier conocimiento sobre su procedencia:
"En algunas oportunidades utilicé, con fines electorales, aviones que —según se estableció ahora— directa o indirectamente pertenecerían a esta persona, según se supone," admitió Espert en sede judicial.
A diferencia de sus declaraciones públicas, donde había admitido un solo vuelo, Espert aclaró ante el juez que "ignoraba por completo que pertenecían a Machado" y que en "ningún caso participé a título personal en su contratación."
Estos hallazgos se suman a la denuncia presentada por Juan Grabois, que apunta a una transferencia de US$ 200.000 recibida por Espert de parte de una socia de Machado (condenada en Texas por lavado de dinero narco).
El juez federal Lino Mirabelli analiza actualmente si corresponde unificar ambos expedientes, dado que los hechos podrían estar estrechamente vinculados en el marco de la investigación sobre supuestas conexiones entre el político y el empresario.