La parálisis comenzó después de que el Congreso no lograra aprobar una ley de financiación a corto plazo, debido a las profundas divisiones entre demócratas y republicanos en el Senado
La falta de una ley de gastos obligará a cientos de miles de empleados federales a tomar licencias no remuneradas. Además, se espera que:
Algunos servicios públicos sean suspendidos o retrasados.
La publicación de datos económicos esenciales se vea afectada.
El cierre se detonó cuando la resolución de gastos a corto plazo, propuesta por los republicanos en el Senado, no alcanzó los 60 votos necesarios para su aprobación, al ser bloqueada por los demócratas.
Las recientes negociaciones se estancaron principalmente en torno a los beneficios de atención médica:
Demócratas: Exigen el fortalecimiento de la atención médica, incluyendo la extensión de los subsidios mejorados de la Ley de Atención Asequible (que expiran este año) y la restauración de la elegibilidad de cobertura para ciertos inmigrantes legales, como refugiados y solicitantes de asilo.
Republicanos: Se oponen a estas medidas y presionaron para que los niveles actuales de financiación gubernamental se mantuvieran temporalmente, buscando ganar más tiempo para continuar las negociaciones.