La decisión de Alsea forma parte de una estrategia de desinversión regional que también abarca las operaciones de Burger King en México y Chile. No obstante, el grupo mexicano mantendrá su presencia en el país, ya que continuará operando la cadena de cafeterías Starbucks.
La venta ocurre en un mercado de comida rápida altamente competitivo, dominado por actores tradicionales como McDonald's y Mostaza, y una creciente oferta de hamburgueserías artesanales.
Entre los potenciales compradores que el BBVA está sondeando se encuentran:
Fondos de inversión.
Grupos gastronómicos locales importantes, como los dueños de la pizzería Kentucky.
El grupo Inverlat, que ya opera en Argentina las franquicias de KFC y Wendy's.