Esta medida, que entra en vigencia este viernes, busca evitar que quienes tienen información privilegiada o influencia en el sector financiero, y sus familiares cercanos, utilicen la compra de dólares para después realizar operaciones en el mercado de bonos con liquidación en moneda extranjera.
La restricción aplica a:
Accionistas que posean el 5% o más del capital o de los votos de una entidad financiera.
Directivos, gerentes y síndicos de bancos.
Cónyuges, convivientes y parientes hasta segundo grado de consanguinidad de las personas mencionadas.
En la práctica, si un directivo o accionista compra dólares, quedará inhabilitado para adquirir títulos valores con liquidación en moneda extranjera durante los siguientes tres meses. El objetivo es reforzar los controles sobre el mercado cambiario en un contexto de alta volatilidad.