Durante un editorial en su programa Furia Bebé, Pichot señaló que la entrevista era algo "cantado" que generaría polémica. "Tenía entendido que era un medio feminista... su público es progre y kuka, por eso se le cuestiona", afirmó. La humorista destacó que el público de Rosemblat, en su mayoría, no esperaba ver a Cordera, quien fue "cancelado" por sus polémicas declaraciones sobre abuso.
Pichot cerró su crítica asegurando que la entrevista manda un mensaje equivocado, pidiendo "impunidad total" y que las mujeres "se queden calladas". "¿Por qué nadie le preguntó lo que todos le queremos preguntar?", cuestionó.
En respuesta a la controversia, Pedro Rosemblat defendió su decisión, explicando que su programa busca ser un espacio donde circulen voces "controversiales" e "incluso contrapuestas" a las propias. El periodista afirmó que le era un problema "anular" algunas palabras o discursos y que su objetivo es desmalezar el ruido de las redes sociales para entender las preocupaciones genuinas de su audiencia.