La decisión del tribunal se tomó después de un juicio que duró tres días y que encontró a Bolsonaro culpable de delitos graves, incluyendo organización criminal armada, tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, y daño a patrimonio público. El fallo se fundamenta en su rol en la incitación a los ataques del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores irrumpieron en la sede del Congreso.
Los jueces Alexandre de Moraes, Flávio Dino, Carmen Lúcia y Cristiano Zanin votaron a favor de la condena. En contraste, el juez Luiz Fux votó por la absolución de Bolsonaro y otros cinco acusados. El juez Zanin afirmó que las pruebas del caso demuestran que los acusados "pretendieron quebrar el Estado Democrático de Derecho, incitando deliberada y expresamente al uso del poder de las Fuerzas Armadas".
Actualmente bajo arresto domiciliario, Bolsonaro no asistió a la lectura del veredicto. Sus abogados han anunciado que apelarán la decisión ante el pleno del Tribunal Supremo.
A pesar de haber sido inhabilitado para postularse a cargos públicos hasta 2030, Bolsonaro sigue siendo una figura influyente en la política brasileña. Se espera que, tras la condena, su círculo de allegados busque una amnistía a través del Congreso y que el expresidente defina a un sucesor político que compita en las próximas elecciones contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.