El terrible descubrimiento se produjo después de que una mujer identificada como Andrea reportara la desaparición de uno de sus caballos. Al dirigirse con su marido a un descampado ubicado entre los barrios Parque El Casal y Estación Camet, se encontraron con un escenario desolador. "Nos encontramos con cinco caballos y la petisa descuartizados. A los pocos metros había otro potrillito muerto", relató Andrea.
Los restos de los animales, incluyendo sus cabezas, estaban esparcidos por el lugar. "Totalmente desgarrador. No logro entender hasta dónde llega el ser humano", lamentó la mujer en diálogo con un medio local.
Según su testimonio, el robo de caballos es algo "moneda corriente" en la ciudad y se sospecha que las matanzas clandestinas tienen como objetivo la venta de la carne. "Aparentemente los descuartizan para vender la carne. O sea que hay una carnicería que compra la carne", afirmó Andrea.
Este caso se suma a un hecho similar ocurrido en abril de este año en la Ruta 88, donde aparecieron más animales muertos y se denunció el robo de un gran número de caballos. En Argentina, el robo de ganado (abigeato) es un delito penado por el Código Penal, con sanciones de hasta cinco años de prisión, que se agravan cuando implica la matanza de los animales.