Para entender la magnitud del logro de Franco Armani y compañía, hay que remontarse al 11 de mayo de 2004. En esa fecha, el equipo de Núñez se enfrentaba a Santos Laguna y la definición por penales estuvo marcada por la polémica. El arquero del equipo mexicano, Cristian Lucchetti, atajó un penal a Rolfi Montenegro, pero el árbitro lo anuló por un supuesto adelantamiento. La repetición de la jugada, sin embargo, demostró lo contrario, desatando la furia en México, que tildaron al partido como el "Robo Monumental".
Desde esa noche, el Monumental se había convertido en un campo de traumas para River en las definiciones por penales. El equipo de Marcelo Gallardo había sufrido recientemente la eliminación ante Platense en la Liga Profesional, lo que había agudizado el dolor de un club con un historial negativo en este tipo de instancias.
La definición de anoche fue la duodécima de la historia de River en su cancha, y solo pudo ganar en cuatro ocasiones. Las victorias anteriores fueron en 1989 contra Argentinos Juniors y en 1988 contra Deportivo Mandiyú (ambos por torneos locales), y en 1979 ante Vélez.
La "pesadilla" se intensifica cuando el rival era un equipo argentino. En las últimas cinco definiciones por penales contra clubes locales, River había caído en todas:
Supercopa 1995 vs. Independiente
Libertadores 1997 vs. Racing
Libertadores 2004 vs. Boca
Sudamericana 2007 vs. Arsenal
Liga Profesional 2025 vs. Platense
Anoche, sin embargo, el destino fue otro. La "moneda cayó de su lado", como dijo el propio Gallardo. La heroica actuación de Armani y la serenidad de los pateadores cerraron un capítulo oscuro en la historia del club y le dan un envión anímico clave para los cuartos de final.