La industria PyME argentina se encuentra estancada en la recesión, según la última Encuesta Coyuntural de la Fundación Observatorio PyME. El estudio, basado en un relevamiento a más de 400 empresas, expone un deterioro generalizado de los indicadores, con una confianza empresarial en retroceso y una creciente preocupación por la debilidad de la demanda y la competencia externa.
La actividad industrial PyME continúa en terreno negativo, sin señales claras de repunte. Un alarmante 70% de las empresas consultadas afirmó que su producción se mantuvo estable o disminuyó en el último trimestre, con una caída promedio del 1,3% interanual.
El Índice de Gerentes de Compras (PMI) se ubicó por debajo de los 50 puntos por tercer trimestre consecutivo, un claro indicador de contracción en la actividad. La debilidad de la demanda es señalada como el principal problema por el 68% de las empresas, una cifra muy por encima del promedio histórico, evidenciando un mercado interno deprimido.
La tensión entre costos y precios se agudiza, impactando directamente en la rentabilidad de las pequeñas y medianas empresas. Mientras que los costos unitarios aumentaron un 33% interanual, las ventas nominales solo lo hicieron un 27%.
Además, el 74% de las empresas reportó un aumento de costos, pero apenas el 35% pudo trasladar esos incrementos a sus precios de venta. Como consecuencia, el 67% de las empresas ha adoptado una estrategia defensiva enfocada en la reducción de costos, lo que incluye recortes de personal y la sustitución de insumos locales por importados.
La apertura de las importaciones se siente con fuerza y se ha convertido en una de las principales amenazas para la industria local, alcanzando máximos históricos en los registros del Observatorio PyME.
Un contundente 45% de las PyMES se siente amenazada por las importaciones, y un 33% ya ha perdido participación de mercado a manos de productos extranjeros. China es señalada como el principal origen de esta amenaza por el 73% de las empresas afectadas.
La preocupación se profundiza con denuncias de competencia desleal por parte del 45% de los industriales, mientras que el 35% detectó productos que incumplen normas técnicas y el 17% advierte sobre el ingreso de contrabando.
La combinación de la caída de la actividad y la necesidad de reducir costos está impactando de lleno en el empleo. El personal ocupado en las PyMES industriales registró una caída promedio del 4,7% interanual, acumulando nueve trimestres consecutivos en baja.
En el último trimestre relevado, un alarmante 25% de las empresas redujo su personal. La situación es especialmente grave en el sector de "Textiles y Calzado", donde el 40% de las empresas despidió gente, reflejando el fuerte golpe que sufre la industria manufacturera nacional.