Según datos de plataformas meteorológicas y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), varias localidades argentinas registraron temperaturas extremas. La cordillera mendocina fue una de las zonas más afectadas, con termómetros que marcaron hasta -17°C, un grado menos que los -16°C registrados en Groenlandia.
Otras ciudades patagónicas también alcanzaron marcas históricas: Maquinchao (Río Negro) llegó a -18.4°C, Puerto Madryn (Chubut) a -17.9°C y Malargüe (Mendoza) también registró -17.9°C. Esquel (Chubut) alcanzó los -16°C con una sensación térmica de -20.1°C. Estas temperaturas excepcionalmente bajas se extendieron desde la Patagonia hasta el norte argentino, tiñendo de blanco varias provincias con precipitaciones de nieve y aguanieve, incluso en zonas costeras como Miramar y Necochea.
La razón principal es el ingreso de una potente masa de aire proveniente de la Antártida, que ha generado una ola polar de gran intensidad y persistencia. Meteorólogos han señalado que la magnitud de este evento no se veía desde hace más de una década, convirtiéndolo en un fenómeno climático extraordinario para el país.
El SMN ha emitido alertas amarillas y naranjas por frío extremo para la mayoría de las provincias, incluyendo Buenos Aires, advirtiendo sobre los peligros para grupos de riesgo como niños, personas mayores de 65 años y con enfermedades crónicas.
Las autoridades recomiendan a la población abrigarse adecuadamente, evitar la exposición prolongada al aire libre, mantener las viviendas bien calefaccionadas y extremar las precauciones en las rutas debido a la presencia de nieve y hielo.