CAME atribuyó esta baja a un turista más austero que, además de recortar gastos en servicios recreativos y compras, redujo la duración de sus estadías. El relevamiento indicó que la estadía promedio este año fue de 2,2 noches, notablemente inferior a las 2,9 noches registradas el año pasado, a pesar de que en 2024 hubo un día feriado más (seis días de feriado contra siete en 2025).
Al igual que en 2024, los feriados por el Día de la Bandera y por la Inmortalidad de Martín Miguel de Güemes se celebraron en fines de semana separados.
El informe de CAME destacó que, aunque el contexto económico actual limitó el consumo en varios destinos, hubo una buena respuesta del turismo de cercanía, con "picos de ocupación" en ciudades que contaron con eventos populares.
En lo que va del año, se han celebrado cinco fines de semana largos, sumando un total de 8,8 millones de turistas que movilizaron $2.103.791.000.
A pesar de la caída en el gasto y la duración de las estadías en la comparación interanual, la entidad remarcó que "el número de viajeros sigue mostrando una fuerte adhesión al turismo interno como opción de descanso y recreación". Esto, según CAME, "consolida a los fines de semana largos como una herramienta clave para sostener el movimiento turístico durante la temporada baja”.