Vuelve el Clásico de Villa Luro en San Martín

Noventa y cuatro años después del primer enfrentamiento y tras más de seis del último, Chacarita y Atlanta juegan hoy el conocido “Clásico de Villa Luro”, 21:10 y televisado por la señal de la T abren su participación en la segunda categoría del fútbol del país, la Primera Nacional, que tendrá el nada despreciable número de treinta y cinco equipos participando.
 

Nacidos como vecinos, hoy la distancia geográfica no les quita la tensión del enfrentamiento que cultivan desde el inicio del siglo XX. Las desventuras económicas y organizativas de Chacarita (que desgraciadamente para nuestro fútbol no son excepcionales) hicieron que hace apenas algunos años (casi diez) pudiera volver a jugar en su estadio propio, ubicado en el partido bonaerense de San Martín (lo inauguró por primera vez en 1945) y complica un poco el entendimiento de este partido “de vecinos” para quienes no vivimos en las cercanías, pero la rivalidad no tiene otro origen que ese.

El club que nació en el seno de la juventud socialista porteña y que tomó uno de sus tres colores del Partido (el rojo, el blanco por la pureza y el negro por la cercanía con el cementerio) sostiene una paternidad sobre aquel que naciera en el barrio de Montserrat (CABA) y que después de deambular por distintas direcciones postales (los apodan “los Bohemios”) se instaló en Villa Crespo, haciéndose referencia ineludible de comerciantes de la zona y muchas veces también de la colectividad judía porteña.

El partido de hoy será muy distinto al 2 a 2 de la Primera B Nacional (misma categoría) de la temporada 98/99, ya que ese encuentro fue el último con ambas parcialidades en el estadio y hoy no habrá público por conocidas razones. Más allá del marco, las realidades dentro de la cancha también son distintas ya que en aquel entonces, el Funebrero estaba transitando el último tramo en el ascenso a Primera División y hoy se encuentra con muchos problemas futbolísticos. En contrapartida, Atlanta llega con un sabor amargo por no haber podido ascender en el bochornoso campeonato 2020 de la divisional siendo (junto a San Martín de Tucumán) uno de los clubes más perjudicados por la suspensión y reestructuración del certamen, pero con la idea fija de lograrlo este año.