Las llamadas “arribazones” ocurren cuando organismos marinos son arrastrados a la orilla debido al oleaje intenso, pleamares elevadas y vientos del este y noreste. En este caso, la acción de las olas desprendió las macroalgas, que luego fueron transportadas hasta la costa.
Las algas rojas pertenecen al grupo de las Rodofitas y algunas especies, como Anotrichium furcellatum y Callithamnion sp., son inofensivas para los humanos. Sin embargo, los expertos recomiendan no consumirlas ni aplicarlas en la piel, ya que no tienen propiedades cosméticas.
Es importante diferenciar este fenómeno de la "marea roja", la cual es producida por microalgas que pueden liberar toxinas peligrosas para la fauna marina y el consumo humano. En este caso, la bióloga Guillermina Ruiz (INIDEP) aclaró que se trata de macroalgas visibles que solo tiñen el agua, pero no representan un riesgo para la salud.