

Según el reporte, hay más de un 40% de probabilidad de que las temperaturas sean superiores a las habituales durante diciembre, enero y febrero. Sin embargo, en la región costera bonaerense no se esperan marcas extremas, aunque sí un calor constante.
En comparación con el verano de 2023, que fue el más caluroso registrado en Argentina y marcó un récord con diez olas de calor, el pronóstico actual descarta temperaturas extremas en gran parte del territorio bonaerense.
Para la provincia de Buenos Aires, las lluvias se mantendrían dentro del rango normal, sin una tendencia definida hacia exceso o déficit. Además, las condiciones climáticas estarán influenciadas por la neutralidad de los fenómenos de El Niño y La Niña, lo que aumentará la variabilidad dentro del trimestre.
Dado que este pronóstico ofrece una visión general, el SMN insta a los usuarios a mantenerse informados mediante actualizaciones diarias y semanales para anticipar eventos climáticos específicos.
Cambio climático en acción
El informe resalta cómo el cambio climático está influyendo en los veranos argentinos, que tienden a ser cada vez más cálidos y secos. Este verano podría ser otra señal del impacto de estos fenómenos globales