

Esta iniciativa surge como una alternativa para facilitar el pago de propinas, sumando opciones digitales además de los tradicionales pagos en efectivo.
A partir de ahora, la propina puede abonarse no solo en efectivo, sino también mediante tarjeta de débito, transferencia bancaria, tarjeta de crédito o incluso a través de una app con QR. Lo mejor de todo es que no habrá costos adicionales ni retenciones para los empleadores, lo que busca garantizar que la propina llegue íntegra a los trabajadores.
Los comercios tuvieron un plazo de 90 días para ajustar sus sistemas de cobro a esta nueva modalidad. La propina se sumará al total del ticket, y será responsabilidad de los comerciantes descontar la parte correspondiente a los empleados.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, aclaró en su cuenta de X que “la propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria”. Además, destacó un decreto complementario que elimina el cobro del impuesto a los créditos y débitos bancarios en estas transacciones, lo que evitará costos adicionales tanto para consumidores como para comerciantes.
Sturzenegger concluyó asegurando que “este proyecto es beneficioso para todos: trabajadores, empresarios y consumidores”. La iniciativa busca aumentar las opciones de pago y promover un sistema económico más libre, tal como lo propuso el presidente Javier Milei.