

La fiscalía que investiga la trágica muerte del músico inglés Liam Payne ha imputado a tres sospechosos por abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes.
Según un comunicado oficial, uno de los acusados es un asistente personal de Payne, quien lo acompañó durante su estadía en el hotel Casa Sur, en el barrio porteño de Palermo. El segundo implicado es un empleado del hotel que está siendo investigado por el presunto suministro de cocaína al cantante. El tercer sospechoso está siendo señalado por haberle proporcionado droga a Payne en dos momentos diferentes el 14 de octubre.
El fiscal Andrés Esteban Madrea notificó a los tres acusados sobre su situación penal y les prohibió salir del país mientras continúa la investigación.
Una de las claves para resolver el caso será el análisis de la netbook personal de Payne, que está averiada, así como de otros dispositivos electrónicos incautados durante la pesquisa. Payne estuvo hospedado en el hotel entre el 13 y el 16 de octubre, fecha en la que cayó desde el tercer piso, falleciendo de forma instantánea.
La autopsia reveló que Payne había ingerido cocaína, alcohol y un antidepresivo recetado, y la causa de su muerte fue un politraumatismo que provocó una hemorragia interna y externa. Los forenses indicaron que Payne no adoptó una postura reflejo para protegerse en la caída, lo que sugiere que podría haber estado en un estado de semi o total inconsciencia al momento de su muerte.
Los investigadores sostienen que Payne no estaba consciente de sus acciones debido a la combinación de sustancias en su cuerpo, lo que descarta la posibilidad de que haya sido un acto voluntario.
Finalmente, los restos del cantante fueron trasladados al Cementerio Británico de Buenos Aires en Chacarita, luego de completar los trámites para la repatriación y embalsamado de su cuerpo.