

Ambas hinchadas protagonizaron serios incidentes antes del inicio del segundo tiempo, lo que obligó a la intervención de las fuerzas de seguridad y del Consejo de Fútbol xeneize.
La policía actuó rápidamente para contener la situación, disparando balas de goma hacia ambas parcialidades con el objetivo de dispersar los enfrentamientos. La tensión en las tribunas creció de tal manera que el accionar policial fue necesario para evitar que los incidentes escalaran.
Ante la delicada situación, Juan Román Riquelme, presidente del Consejo de Fútbol de Boca, descendió desde los palcos junto a otros directivos para intentar calmar a los simpatizantes del conjunto de La Ribera. La participación de los referentes xeneizes fue clave para apaciguar los ánimos y evitar mayores inconvenientes.