

El domingo, en cancha de Ministerio (Quequén), el clásico frente a Estación tuvo un final abrupto debido a la agresión de un jugador visitante al árbitro Rubén Vómero, quien decidió suspender el encuentro cuando faltaban 8 minutos para el final.
El partido se cerraba con un triunfo 3-1 a favor de Ministerio, consolidando su liderazgo en la zona B. Sin embargo, la situación se desbordó cuando el mediocampista de Estación, Marcelo Rosembrock, agredió físicamente al árbitro, lo que llevó a la suspensión inmediata.
El crecimiento de la violencia preocupa en los torneos locales, donde las agresiones no solo ponen en riesgo la integridad de los árbitros, sino que también empañan el espectáculo deportivo.