El Gobierno dio a conocer en la madrugada del lunes el decreto que oficializa la reducción de la alícuota del impuesto PAIS, bajando del 17,5% al 7,5% sobre el uso de dólares para pagos de importaciones y fletes desde el exterior. El equipo económico espera que esta reducción influya tanto en los precios como en la recaudación, mientras que el mercado evalúa un posible aumento en la demanda de divisas para importaciones.

El decreto 777/202, publicado en el Boletín Oficial, concretó la promesa del Gobierno durante el tratamiento de la Ley de Bases. Tras la aprobación de dicha norma en el Congreso, la reducción del impuesto PAIS se hace efectiva, impactando variables clave de la economía.

Según el decreto, "se reducen al 7,5% las alícuotas fijadas en los incisos d) y e) del artículo 13 bis del Decreto Nº 99/2019". La medida busca contribuir a la estabilización de los precios, reduciendo el impuesto para la compra de billetes y divisas extranjeras destinados a pagos de importaciones y servicios de transporte internacional.

El equipo económico confía en que esta reducción impositiva ayude a frenar la inflación, que ha mostrado una inercia sostenida en los últimos tres meses. La expectativa es que septiembre presente un ritmo de precios más bajo que en julio (4%) y agosto, mes en el que el ministro Luis Caputo anticipó un incremento similar.

Sin embargo, el mercado es cauteloso sobre el impacto en los precios. "El efecto sobre la inflación es difícil de estimar", advirtió LCG, señalando que dependerá de la estructura de costos y la competencia en los bienes y servicios involucrados. Aunque no se esperan bajas nominales de precios, se podría frenar los ajustes programados, especialmente en productos mayoristas y manufacturados nacionales con componentes importados.

Un estudio del Banco Provincia analizó el impacto de las apreciaciones cambiarias en los precios desde 2002, concluyendo que solo en abril de 2003 se observó una baja general de precios. Aunque estas apreciaciones no generan efectos tan fuertes como las devaluaciones, ayudan a moderar la dinámica futura, según el informe.

El Grupo IEB destacó que el impacto en precios podría ser diferido, dando margen para evitar remarcaciones sin pérdida de rentabilidad. La reducción del impuesto también abaratará las importaciones de bienes intermedios y finales, lo que presionará a los productores locales.

En el ámbito fiscal, la reducción del impuesto PAIS podría disminuir la recaudación en 0,4% del PBI, según LCG e Invecq. Aunque esto representa una pérdida significativa, el Gobierno confía en que no comprometerá el superávit fiscal, gracias a otras medidas fiscales complementarias.

En términos cambiarios, se espera un aumento en la demanda de divisas para importaciones, lo que podría tensionar el mercado en el corto plazo. Con el "dólar importador" más barato, se anticipa un incremento en las compras externas, especialmente en un contexto de recuperación económica.

A pesar de los desafíos, la medida podría contribuir a una reducción de precios en algunos bienes desde septiembre, aunque su impacto final es incierto. El timing de esta reducción del impuesto busca colaborar en la reducción de la inflación mensual, ofreciendo importaciones con menor carga impositiva y, potencialmente, a un precio más bajo.