Faustino Oro se coronó invicto en el Torneo de Maestros de Barcelona, en el Club d’ Escacs, y se convirtió en el Maestro Internacional de Ajedrez más joven de la historia, con tan solo diez años y ocho meses.

Este logro es de una magnitud tal vez difícil de entender para quienes no están inmersos en el mundo del ajedrez. Sin embargo, escuchar a su entrenador, Jorge Rosito, permite captar la grandeza de lo que Faustino ha alcanzado y lo que puede lograr en el futuro.

“Nadie en la historia del ajedrez ha jugado como Faustino ahora, ni (Bobby) Fisher, ni (Garri) Kasparov. Nadie”, asegura Rosito en diálogo con DIB, deslumbrado y agradecido por entrenar a Oro.

“La Federación Internacional de Ajedrez entrega tres títulos: Maestro FIDE, Maestro Internacional y Gran Maestro. Faustino ganó el FIDE a los nueve años y medio, ese fue su primer récord, y el domingo pasado superó a Abhimanyu Mishra, quien fue Gran Maestro a los diez años y nueve meses”, explica.

Faustino competirá por el título de Gran Maestro, cuyo récord también lo posee Mishra, quien lo alcanzó a los doce años y cuatro meses. Sin embargo, su entrenador destaca que el récord es secundario. “Obviamente la idea es que llegue a ser Gran Maestro. El tema del récord es más mediático; lo más importante es su genialidad y el potencial que tiene”, afirma Rosito, añadiendo que en la práctica, Faustino ya tiene el nivel de un Gran Maestro.

Rosito entrena a Faustino por Zoom desde que comenzó a jugar profesionalmente, ya que él vive en Mar del Plata y el niño vivía en San Cristóbal antes de mudarse a España con su familia. El entrenamiento se basa en diseñar estrategias según las piezas y el oponente, analizando jugadas, defectos y virtudes del contrincante.

“Faustino me sorprende todos los días. Hace maravillas constantemente. Hoy me dijo que acababa de ganarle a (Hikaru) Nakamura, el número dos del mundo. Me mostró la partida, grabada, y lo destrozó. Nunca se vio algo así en Argentina ni en el mundo”, señala con orgullo Rosito, quien ha entrenado a Faustino desde los seis años.

Pasaros a ver la partida que le ha ganado Faustino Oro a Nakamura. Tremenda técnica. https://t.co/TEoXGzSy13 pic.twitter.com/ttkauFIiti

— David Martínez (@El_Divis) July 3, 2024

Pandemia, plantas rotas y una segunda oportunidad

La historia de Faustino con el ajedrez comenzó en la pandemia, hace solo cuatro años. Al principio, no se interesó por el juego, pero una segunda oportunidad cambió todo.

“Él aprende en la pandemia. Si bien la pandemia fue un desastre, siempre de las cosas malas salen cosas buenas, y en este caso, nos dejó un genio”, repasa Rosito. Faustino, un chico inquieto, comenzó a jugar al fútbol en casa, rompiendo plantas y otros objetos. Su mamá le pidió a su papá que le enseñara algo para mantenerlo ocupado. Su papá, aficionado al ajedrez, le mostró las piezas, y aunque inicialmente no se enganchó, lo hizo en un segundo intento.

Las palabras talento, don y genio se repiten en las notas y publicaciones sobre Faustino. Rosito sostiene que Faustino tiene un don “nunca visto en la historia”, pero recalca que lo más importante es su capacidad de trabajo.

“Es un nene, con sus juguetes. Lo sacás del tablero y es un niño como los demás, pero tiene una capacidad de trabajo increíble”, analiza. En Barcelona, hubo días de doble ronda, con partidas de entre tres y cinco horas, y antes de jugar, pasan una hora y media preparando la partida. “Por ahí está trece horas con el ajedrez, más los nervios y la tensión, y al otro día se levanta a las 8 de la mañana para repasar todo lo estudiado”, detalla Rosito.

Sobre la personalidad de Faustino, Rosito destaca su competitividad y su amor por los desafíos. Sin embargo, la clave para que un niño de su edad pase tantas horas en una actividad específica y la realice de forma colosal es que “básicamente, disfruta”.