La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime) solicitó incluir la salud como política de Estado en las propuestas del "Pacto de Mayo" convocado por el Gobierno nacional. Propusieron la creación de un "Acuerdo Federal Sanitario" con la participación de todos los actores para democratizar las decisiones, formar consensos y garantizar la transparencia en los actos y procedimientos.

Según Cadime, la raíz del problema es la falta de una política de Estado en materia de salud en Argentina, necesaria para construir un sistema que mejore continuamente el acceso, la cobertura y la calidad de la atención.

Las deficiencias en los turnos de la medicina pública, privada y sindical se han intensificado en un contexto de disputa por recursos cada vez más escasos. A pesar de las dificultades financieras alegadas por los prestadores, los consultorios y guardias no logran atender a todos los pacientes.

La Confederación Médica de la República Argentina (Comra) ya había advertido antes del aumento de las prepagas: “La salud está quebrada”. Señalaron la falta de profesionales con experiencia y la migración de muchos médicos al exterior debido a los bajos salarios. Se estima que un 15% de los profesionales renunciaron a ser prestadores debido a la crisis estructural del sistema sanitario, afectando tanto al sector público como al privado.

Los médicos buscan mejores propuestas laborales y mejor calidad de vida. La sobreexigencia de ir de un trabajo a otro, desde temprano en la mañana hasta la noche, agrava la escasez de profesionales sin una solución a la vista.

Superestructuras

El Ministerio de Salud, encabezado por Mario Russo, trabaja en la descentralización del sistema sanitario. Iniciaron con la liberalización de precios de las prepagas y la disposición de que los afiliados a obras sociales puedan redirigir sus aportes. También se busca mejorar la eficiencia en la atención de la salud pública.

El próximo paso es redefinir competencias con las provincias, municipios y el sector privado, lo que debería culminar en la creación de una Agencia Nacional de Salud, similar a las de otros países.

Mano de obra

Las provincias están repensando sus estrategias en materia de salud y formación de profesionales, enfrentando la disminución de jóvenes que eligen estudiar medicina. La ministra de Salud de Tierra del Fuego, Judit Di Giglio, analizó la crítica situación en recursos humanos y observó que profesiones como kinesiología, odontología y psicomotricidad atraen más postulantes que la medicina.

Los consejos federales de salud están evaluando planes para reducir los años de estudio. Actualmente, formar un médico lleva unos diez años, pero las nuevas generaciones priorizan su tiempo libre y buscan un equilibrio entre trabajo y vida personal.

Las especialidades básicas como pediatría, clínica médica, ginecología, terapia intensiva infantil y neonatología son cada vez menos elegidas. La ministra Di Giglio recordó que en 2006 había 800 cupos para residencias en pediatría con más de 10 mil inscriptos; hoy, no se cubren los cupos disponibles, lo que augura una futura falta de pediatras.

En Tierra del Fuego, la sinergia entre el sistema público y privado de salud es valorada, facilitada por la conectividad digital y la colaboración entre médicos que trabajan en ambos sectores. Sin embargo, la dedicación exclusiva es difícil de sostener sin una ley de carrera sanitaria, y los cambios en el régimen laboral aún no han tenido un gran impacto en la retención de profesionales.

La situación en el sistema sanitario argentino requiere de reformas profundas y urgentes para asegurar una atención médica adecuada y accesible para todos los ciudadanos.