

El gobierno de Rusia afirmó hoy que no pedirá a Estados Unidos y Europa que levanten las sanciones que le impusieron por la invasión a Ucrania, y advirtió que la presión de Occidente no le hará modificar el rumbo.
“No vamos a pedir que suspendan las sanciones”, afirmó el vicecanciller, Serguei Vershinin, en una entrevista publicada por el diario ruso Izvestia.
“Simplemente seguiremos desarrollando nuestra economía y nuestra capacidad de desarrollarnos independientemente, contando solo con el apoyo de nuestros amigos y partidarios”, explicó el funcionario.
Vershinin remarcó que las sanciones no se deben a una decisión de Moscú sino que “las impusieron los países satélites de Estados Unidos para presionar a Rusia” y poner su economía “en una situación difícil”.
“Estas sanciones, como instrumento de presión, son ilegítimas y no aportarán resultados”, agregó el diplomático, según la agencia de noticias Sputnik.