Desde este martes 16 de diciembre, el buque oceanográfico Falkor (too) se encuentra operando a la altura de Necochea, el primer punto estratégico de la campaña “Vida en los Extremos”.
Durante aproximadamente una semana, un equipo multidisciplinario de 25 científicos liderado por María Emilia Bravo explorará las profundidades frente a nuestras costas para revelar los secretos de los ecosistemas quimiosintéticos.
La expedición eligió tres puntos clave en el Mar Argentino para realizar inmersiones con el submarino robótico ROV SuBastian, y Necochea tiene el honor de iniciar esta travesía:
Ubicación: Aguas profundas frente a la costa de Necochea.
Tareas actuales: Muestreo de agua, creación de mapas detallados del fondo marino y despliegue del submarino robótico.
Profundidad: Se explorará desde los 500 hasta los 4000 metros.
Objetivo local: Estudiar las filtraciones de gases (metano) que alimentan formas de vida que no dependen de la luz solar para sobrevivir.
La misión busca entender cómo funcionan los ecosistemas que obtienen energía a partir de reacciones químicas inorgánicas, un proceso llamado quimiosíntesis.
“A primera hora de esta mañana comenzaron con el primer punto de exploración a la altura de Necochea. Vamos a estudiar cráteres de hasta 500 metros de diámetro formados por la expulsión masiva de gas”, detalló María Emilia Bravo, jefa de la misión.
Gusanos marinos, almejas y cangrejos.
Estrellas de mar, corales y esponjas de profundidad.
Bacterias que viven en condiciones extremas de presión y gas.
Uno de los pilares de esta campaña es la transparencia y el acceso a la información. Gracias a la tecnología del Schmidt Ocean Institute, cualquier vecino de Necochea o interesado en el mundo puede seguir la expedición en tiempo real:
YouTube: Transmisión en vivo por el canal del Schmidt Ocean Institute.
Instagram: Actualizaciones diarias en @vidaenlosextremos.
Web oficial: Información detallada en exactas.uba.ar/vidaenlosextremos.
La expedición continuará luego hacia Puerto Madryn y finalizará en Tierra del Fuego el 10 de enero, por lo que los científicos pasarán las fiestas de Navidad y Año Nuevo trabajando en los abismos del Mar Argentino.