

El contrato fue hallado durante un allanamiento. Aunque estaba roto y manchado, la Policía logró reconstruir su contenido, revelando un acuerdo financiero de alto impacto.
El texto detalla la siguiente estructura de pago:
Monto Total: SUMA DE DÓLARES ESTADOUNIDENSES UN MILLÓN (U$S 1.000.000).
Pago Inicial: Una cuota de U$S 100.000 en el acto de la suscripción del contrato.
Cuotas Restantes: El saldo sería abonado en nueve (9) cuotas mensuales y consecutivas de U$S 100.000 cada una, mediante transferencia bancaria.
El contrato también protegía a Machado (identificado como "EL COMITENTE") de cualquier excusa por falta de pago, incluso en escenarios de inestabilidad económica o fuerza mayor:
"EL COMITENTE" renuncia expresamente a alegar cualquier impedimento derivado de fuerza mayor caso fortuito o disposición estatal... y toma a su cargo las consecuencias de tales eventos.
El documento contemplaba una cláusula de incumplimiento. Si Espert ("EL PRESTADOR") no finalizaba el trabajo a tiempo y no había prórroga, Machado podía exigir la devolución de las sumas entregadas y el pago de daños y perjuicios.
Según el propio Espert, él no devolvió el dinero a pesar de no haber terminado el trabajo, justificando el incumplimiento por la pandemia, un argumento que el contrato intentaba evitar.
Un detalle adicional y significativo es que, ante cualquier controversia legal, las partes acordaban someterse a la competencia de los "Tribunales Ordinarios de New York, de los Estados Unidos de América".