

Aunque el descontento ya estaba latente por los malos resultados deportivos (el equipo está último en el Torneo Clausura y fuera de puestos de copas) y la eliminación de la Copa Sudamericana, el inminente cambio de la marca de indumentaria fue la "gota que rebalsó el vaso".
Durante la protesta se observaron pasacalles con duros reclamos a la dirigencia, como: "Trajeron 40 refuerzos y no pudieron poner un alambrado" y "100 propuestas para fundir a Independiente".
La Comisión Directiva emitió un comunicado oficial aclarando la situación, aunque confirmando la evaluación de alternativas:
Señalan que la oferta de la marca argentina ATOMIK "prevalece, hasta el momento, por sobre la continuidad de PUMA" porque es superior económicamente.
Aclaran que "no existe contrato firmado" más allá del 31 de diciembre de 2025.
Dejan las "puertas abiertas" para que PUMA mejore su última oferta, calificándola como la "marca más importante de América".
Por su parte, la marca alemana PUMA también se expidió, asegurando que ha "cumplido con todas las etapas requeridas para avanzar con la renovación" y que seguirá utilizando todos los mecanismos formales disponibles para continuar vistiendo al "Rojo".