

En un comunicado televisado, el portavoz Majed Al Ansari criticó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por no mostrar "ningún respeto hacia sus socios y aliados". Al Ansari enfatizó que a pesar del ataque, Qatar no detendrá sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz y advirtió que los mediadores no deberían ser culpados, sino protegidos. El portavoz confirmó que Washington informó a Doha sobre el bombardeo solo después de que ocurrió.
A pesar de esto, el presidente estadounidense, Donald Trump, garantizó al emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani, que los ataques no volverían a ocurrir. El emir, por su parte, prometió que el incidente no quedaría impune y que se tomarían todas las medidas legales y diplomáticas en respuesta.