

Durante una entrevista televisiva, la ministra Patricia Bullrich había denunciado que el Gobierno presentó una denuncia contra "personas ligadas a servicios de inteligencia rusos" y especuló sobre una posible "incidencia de Venezuela" en la difusión de las grabaciones de la secretaria general de la Presidencia. Bullrich calificó el hecho como una "impresionante maniobra de inteligencia" que deja al país en una "situación de indefensión".
Ante estas declaraciones, el gobierno ruso comunicó que la parte rusa "rechaza firmemente las acusaciones de la ministra" y las considera "infundadas" y sin pruebas que las sustenten. Mientras tanto, en Argentina, el caso sigue bajo investigación a cargo del juez federal Julián Ercolini, quien se enfoca en el origen de las grabaciones y la posible participación de terceros en la manipulación y difusión de la información.